Lo aconsejable es que ud no se precipite a tomar ninguna decisión drástica; le sugiero que se vaya dando un poco de tiempo como para poder dialogar en profundidad con su esposo sobre lo que está sucediendo. Analicen juntos cuán conforme él se encuentra dentro del matrimonio, las disconformidades que pueda tener, las fantasías, los deseos. Quizás él anhele algunos cambios, por ejemplo en la dinámica del sexo, ya que a veces, con los años, gana la monotonía, y con la edad, van surgiendo nuevas expectativas, deseos, intereses por otras experiencias y prácticas que se apartan de lo rutinario.
Intercambie sobre todo ello con su esposo, tranquila, sin precipitarse, y vayan dándose algo de tiempo, hasta ver realmente qué es lo que los dos quieren hacer y cómo desean continuar.
La continuidad de la relación debe surgir de mutuo acuerdo de ambos.
No se alarme; trate de entenderlo y sea receptiva a las inquietudes de él.
Pero busquen acuerdos!
Si entre los dos no llegaran a una determinación, un buen recurso podría ser que acudieran juntos a un terapeuta de parejas, para analizar progresivamente detalles de la relación de ambos, e ir buscando la mejor alternativa para los dos.
No tienen por qué seguir juntos si no están a gusto,pero tampoco tienen que cortar todo lo construido sin haber intentado entender por qué está pasando eso con su esposo y cuánto puedan lograr juntos aún.